Los sujetos económicos con respecto de su capital pueden consumirlo completamente, consumir más del que tienen, endeudándose, o consumir menos del que tienen, ahorrando. Esto provoca que se creen mecanismos para transferir capital de los sujetos ahorradores (con superávit) a los sujetos prestatarios (en déficit). El sistema financiero dispone de unas instituciones (intermediarios financieros) que canalizan los flujos financieros desde los ahorradores a los prestatarios. Estos flujos financieros pueden ser: directos o indirectos. La diferencia entre los dos es que en el directo no hay transformación de activos, y en el indirecto los activos financieros primarios se transforman en intermediados. (El conjunto de operaciones de compraventa de activos financieros directos o indirectos llevados a cabo entre oferentes y demandantes de ahorro, constituyen los mercados financieros.) En el sistema financiero, hay dos grandes tipos de intermediarios financieros: los bancarios y los no bancarios: Intermediarios financieros bancarios: en ellos, sus activos financieros son aceptados como medios de pago, como dinero. Luego actúan de intermediarios y crean dinero. Destacan el Banco Central y los bancos comerciales:
Intermediarios financieros no bancarios: emiten activos financieros y desempeñan una labor mediadora. Se clasifican en:
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